de coca, flores de claveles y cigarro) dispuestos sobre mantas coloridas y manteles bordados con lanas de múltiples colores. La jornada comenzó en horas de medio día, con una atmósfera cargada de expectación y respeto hacia las tradiciones ancestrales.
Durante la celebración, se destacaron varios rituales y tradiciones que son parte integral del Año Nuevo Andino. Entre ellos, la ofrenda a la Pachamama ocupó un lugar central, simbolizando el agradecimiento y el pedido de prosperidad para el nuevo ciclo que se iniciaba. Los estudiantes, con entusiasmo y respeto, participaron en la preparación y realización de estas ofrendas, aprendiendo de primera mano la importancia de mantener vínculos armoniosos con la naturaleza y el entorno que los rodea. Se realizó una ofrenda al dios Sol, conocido como el Inti, una de las deidades más veneradas en la cosmovisión andina.
Uno de los momentos más destacados fue la participación de los Yachaq (dama-varón), quienes desempeñaron un papel crucial en la ceremonia. Estos sabios tradicionales andinos, conocedores de las costumbres y rituales del pueblo andino, lideraron la ofrenda ceremonial a los dioses y espíritus sagrados.
La presencia del Yachaq fue fundamental para guiar este acto mitológico, que simboliza el agradecimiento por la luz y el calor que proporciona el sol, esencial para la vida y la agricultura. Luego, se hizo una ofrenda a la Luna (Killa), representación femenina de la energía lunar y fertilidad, aspectos fundamentales en la cultura andina que están estrechamente vinculados con los ciclos agrícolas y la vida cotidiana. La Pachamama o Madre Tierra, también recibió su ofrenda. Este acto ritual no solo expresa gratitud por la fertilidad de la tierra y la abundancia que proporciona, sino que también refuerza el vínculo espiritual entre la comunidad y su entorno natural. Además, de las deidades principales, los Apus: Razuhuillca, Qarwarazu, Rarasara (espíritus protectores de las montañas) fueron honrados con ofrendas especiales. Estos guardianes de los paisajes montañosos son considerados como intermediarios entre los humanos y el mundo espiritual, asegurando la armonía y el equilibrio en la vida diaria, como símbolo de cumplir con las ofrendas, todos los presentes participaron con la selección de hoja de cola quinto con el deseo más grande de cada persona, poniendo la hoja de coca en la mesa principal de la ofrenda. Asimismo, en esta celebración participaron estudiantes del I Ciclo de EIB, con cantos y bailes típicas alusivas a la fecha.
Después de la ceremonia, se llevó a cabo un momento de convivencia entre estudiantes, profesores y personal administrativo, durante el cual se compartieron alimentos presentes en la mesa de cada equipo de trabajo y bebidas como la tradicional chicha de jora. Este gesto simboliza un profundo respeto y conexión con la tierra y nuestros antepasados.
Una comisión integrada por los delegados de cada sección y los Yachaq llevaron las ofrendas ceremoniales al Cerro Acuchimay de Ayacucho. Este cerro, considerado sagrado por la comunidad local, es un punto focal de energía espiritual y cultural, donde las tradiciones ancestrales siguen vivas y se renuevan cada año.
La celebración del Año Nuevo Andino en la Escuela "Cuna de la Libertad Americana" no solo fue una oportunidad para revitalizar y preservar las prácticas culturales y espirituales de la región andina, sino también para educar a las nuevas generaciones sobre la importancia de mantener viva la herencia cultural. A través de ceremonias como esta, se fortalece el sentido de identidad y pertenencia de los estudiantes, quienes aprenden a valorar y respetar las tradiciones que han definido a sus comunidades durante siglos.
En conclusión, la celebración del Año Nuevo Andino en la Escuela CLAM de Ayacucho fue un testimonio vivo del compromiso de la comunidad educativa por mantener vivas las raíces culturales que siguen siendo fundamentales en la sociedad contemporánea. Este evento no solo honró a las deidades y espíritus sagrados, sino que también sirvió como un recordatorio de la importancia de mantener una relación armoniosa con la naturaleza y el entorno que nos rodea.